Desde
muchos años voy por festivales
de cine y vídeo en diferentes partes del mundo y encuentro mucha
gente de grande valor, todos con sus historias y proyectos. Vemos las
películas, participamos en seminarios, hacemos talleres con niños,
pero en general hablamos poco entre
nosotros y la
impresión es que, mientras que la
mayor parte de las energías son absorbidas por la organización de
los festivales mismos,
el mundo parece ir en toda otra
dirección. Sin
hablar de política
o economía, la
idea por
ejemplo que la sociedad,
sistemas educativos inclusos,
tiene de las jóvenes
generaciones, no corresponde a la
realidad que verificamos en nuestro trabajo, y toda la
fuerza y la verdad
que los niños
y los chicos
transmiten en su propias producciones
audiovisuales – con que nosotros hacemos los festivales – son
totalmente desconocidas
por la opinión pública, donde la escuela va
a duras penas y el mercado y
los estereotipos gobiernan.
Pienso
que no se trata
de hacer otro, o de hacer más, sino simplemente de
hacer juntos, eventualmente las mismas
cosa de siempre, pero dentro de un
“software” que une y optimice lo que hacemos,
de una manera que podemos expresar nuestra fuerza inmensa. Se trata
de construir algo que a través de los congresos y festivales deje no
solo señales, sino lugares reales y virtuales donde se va adelante
trabajando, se ponen
a punto instrumentos,
se producen documentos,
se elaboran estrategias.
A una
sociedad que no conoce a los más jóvenes
reales,
y que está pero
preocupada por las generaciones
“digitales” y
alienas, nosotros podemos
mostrar un
punto di vista mucho más vivo
en la realidad y sobre todo la posibilidad
de hacerse protagonistas
activos de ella, a partir de los
varios aspectos de la vida de los niños y
adolescentes, como
se revelan por el
medio de la comunicación audiovisual,
que en el mundo de hoy puede abrir fronteras y romper paredes.
Estoy
intentando otra vez – pero los pensamientos tienen que ser
refinados
con el tiempo -
una reflexión
general,
que será lo más posible colectiva,
en artículos
en la red y en un libro
electrónico;
estoy
tratando de hacer de que los
talleres
en las escuelas y con chicos no
se paren
y se compartan y coordinen y den origen a otros conectados, en
cualquier parte del mundo;
me voy a poner en conexión con proyectos europeos Comenius y con universidades, e estoy invitando a
amigos
y colegas a optimizar algo de nuestro compromiso juntos, en un
proyecto común,
que
potencia
la fuerza de nuestra propuesta, a nivel global. Y me gustaría que
todo esto continúe, avanzando, de festival en festival...
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